Visita
Esta noche, de nuevo
han venido a
visitarme mis fantasmas.
Vienen
desnudos, descalzos, sin nada que
echarse a la boca.
Vienen
hambrientos de pan
y sedientos
de vino.
Vienen y no
quieren irse
y doblan su
angustia
y la dejan
plegada encima de una silla.
Ahí estás
tú,
en esa silla
mirándome,
has venido a
preguntarme
si te he
encontrado.
Y te respondo
que no,
que dónde
estás.
Que mis ojos
no pueden verte
y mi corazón
no te siente.
Y entonces
huyes derrotado
y tu sombra
se difumina
en la
penumbra.
Comentarios
Publicar un comentario